¡¡Hola gente!!
Soy Silvestre, tengo ocho años, soy siamés y os quiero a todos. Como Naty Abascal en una fiesta. Estoy in love muy fuerte de Marisa desde que la conocí.
Yo vivía en Layana, era un callejero rural y un día vi a esta moza, cámara en mano, grabando en la zona de árboles donde yo estaba. Si no creéis en los flechazos deberíais, porque lo mío con ella fue amor a primera vista.
Me planté debajo de su trípode y le puse mi mirada más seductora. Así logré que me llevara con ella.

Siempre he sido muy movido y extremadamente cariñoso. ¡¡Os adoro a todos!! Solo quiero que me acariciéis sin parar y beber agua del fregadero. Eso es lo que más me gusta de la vida.
Soy consciente de que soy el preferido de Marisa, hasta me lleva tatuado en su brazo, aunque aquí quien manda es Bonnie, porque si un día decide que se me tira encima me mata fijo. ¡Vaya portento de gata! Con lo pequeñita que era cuando llegó.
La verdad es que somos la cara y la cruz, pero ambos nos hemos adaptado el uno al otro. Y también nos encanta vivir en Cadrete y allí donde este Marisa.

Recuerdo un día que me encontré a Marisa llorando. Yo me había escondido, asustado al oír un ruido de la calle, y ella pensó que había saltado por la ventana y había huido. Ese día prometí no darle más sustos y no odiar ni siquiera el olor de los esmaltes esos que usa para decorar sus uñas. ¡Menos mal que no le ha dado por pintar con ellos las nuestras!
Sabéis, al final me ha gustado lo de tener hermana, aunque sea esta gata blanquinaranja que me roba la comida y que odia a los humanos. Es todo fachada, se que no cambiaría estar en esta familia ni por todas las latitas de comida húmeda y chuches del mundo. Y yo, tampoco.

Espero que vengáis a agasajarme, ejem, digo a visitarme. No os olvidéis de abrir los grifos para que disfrute del agua fresca y estar dispuestos a acariciarme sin descanso. Love is in the air y ¡lo quiero todo para mí!